Vive en libertad

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En muchas ocasiones vivimos pensando todo el tiempo en el qué dirán. ¿Qué pensará aquel o aquella de lo que dije, de lo que hice, de lo que no hice? Nos enseñaron a ser así, siempre pensando en los demás antes que en nosotros. Alguien dijo por ahí que somos esclavos de lo que decimos, pero la realidad es que nos hemos vuelto esclavos de todo. 

Cuando uno madura un poco es que se da cuenta de que no ha sido libre en ningún aspecto de la vida. Vivimos esclavos de lo que todo el mundo quiere que hagamos, de lo que nuestros padres, e incluso de lo que nuestros hijos quieren. 

He visto padres en el centro comercial con sus hijos pidiendo algo y gritando cuando no lo consiguen, y entonces, por no pasar esa vergüenza tan grande, terminan complaciéndolos para lograr que se tranquilicen.  

En nuestra vida diaria muchas veces nos volvemos esclavos de nuestras propias acciones, pensando siempre en el qué dirán sin sentarnos a preguntarnos: “¿Me gusta lo que hago? ¿O soy maestra, abogada, doctora porque mis padres lo quieren?” Hay tantos profesionales frustrados porque trabajan en cosas que no aman, y viven vidas de mentira. 

Vivir en libertad no es vivir “haciendo lo que quiero” sin importar a quién daño o humillo. Toda autoridad es despreciada, derribada, entonces ¿todo el mundo hace lo que su corazón desea? Pues eso no es ser libre, porque si mi corazón ha aprendido a odiar, mi corazon actuará con odio, si mi corazón ha aprendido a ser chismoso, vivo siempre chismeando y eso es incorrecto. La única libertad la podemos encontrar en Cristo. Dice la biblia en Juan 8:36, “Si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”.  Esa es la verdadera libertad. En muchas ocasiones se nos hace tan difícil identificarnos con la libertad porque nunca hemos sentido que estamos esclavos de algo. Pablo en su carta a los Gálatas dice que no hay necesidad de códigos, o ceremonias o rituales, hemos sido libertados en Cristo. 

Es un excelente momento para reflexionar. ¿Eres es esclavo de algo? ¿Vives una vida intentando agradar a alguien? Te invito a meditar en la libertad y te recuerdo que Dios anhela que vivas en completa libertad.

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