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Muchas personas van por la vida con una especie de máscara, actuando un papel. Si vamos a decir la verdad, muchas personas no se sienten libres para ser genuinas, decir lo que piensan o creen. Muchos viven avergonzados de los secretos que guardan del pasado que los marcó. Viven temerosos de lo que otros pudieran pensar si supieran quiénes son realmente. Están temerosos por el rechazo y prefieren vivir una vida de apariencias: son actrices y actores, viven detrás de una máscara.
Es impresionante pensar que alguien pueda caminar por la vida aprarentando ser alguien distinto a quien en realidad es. Aparentando ser una cosa, cuando en su corazón hay guardados muchos secretos. Quizás vives la vida de esa manera, pero ¿sabes algo? No eres genuino. No eres real.
Si vamos a comprar algo de mucho valor como una joya, un carro o una casa, deberíamos estar seguros y claros de que es genuino, pues puede ser muy arriesgado pagar mucho dinero y de momento darnos cuenta que no era, que nos engañaron y esto puede ser muy doloroso. Antes de realizar una compra importante como esta, es importante verificar la autenticidad de los documentos, investigar, leer reseñas y verificar cuidadosamente las descripciones de los productos para informarse antes de gastar todo ese dinero en una prenda, joya, etc.
Moisés vio a Dios. "Jehová hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su compañero." (Éxodo 33:11) Moisés vivía en comunión con Dios. Él era un amigo de Dios. ¡Qué gran honor y privilegio! Sin embargo, aun Moisés no podía mirar la "gloria" de Dios y vivir. Dios le dijo en Éxodo 33:19-23, "Yo haré pasar toda mi bondad delante de tu rostro y pronunciaré el nombre de Jehová delante de ti, pues tengo misericordia del que quiero tener misericordia, y soy clemente con quien quiero ser clemente; pero no podrás ver mi rostro —añadió—, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo.”
¿Estaríamos dispuestos a ver el Señor cara a cara sin nada que esconder? En muchas ocasiones nos hemos encontrado con gente así, con dos caras, son los llamados hipócritas. Yo soy demasiado transparente, lo que pienso se me nota, lo que siento se me ve en los ojos, y eso me ha causado problemas, pero quienes me conocen de verdad se dan cuenta de lo que me gusta y lo que me molesta. Yo prefiero ser así antes que vivir mi vida escondiéndome o aparentando ser lo que no soy. Mi papá decía: El que vive de apariencias muere de desengaños. Esa es una triste realidad; mi pastor dice que uno logra engañar a una persona un tiempo, pero no lo podrás engañar toda la vida.
Jesús dijo: "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios". (Mateo 5:8) En un mundo lleno de calcos, copias e imitaciones baratas, ser "genuino" llega a ser poco común.
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