Un nuevo tiempo ha llegado

                                       https://linktr.ee/Pastoranoryb

www.soyesposadepastor.com

 

El desierto ya pasó. ¡WAO! Ayer cumplí 50 años. Sin embargo, no solo ha llegado un nuevo tiempo para mí, sino también para todos los que vivimos el año 2020 con todos sus retos y situaciones. Hoy podemos declarar: un nuevo tiempo ha llegado. No es solo vejez; es pensar y recordar que el pasado se deja atrás, pues si lo arrastro no puedo ver lo que Dios tiene para mí en la próxima temporada. 

La biblia dice que el pueblo de Israel, por su actitud negligente cuando salieron de Egipto, pudiendo llegar a la Tierra prometida en 15 días, se demoraron 40 años. Dieron vueltas y vueltas en el mismo lugar. ¿Por qué no obedecieron?¿Por qué no se atrevieron a mirar hacia delante? Lo cierto es que muchas personas le temen a lo inesperado, a lo nuevo, a lo que no conocen, pero cuando hemos creído en un Dios poderoso y recordamos cómo nos ha sostenido hasta el momento, podemos caminar confiados en que nuestro Padre nos socorrerá, nos sostendrá y nos guiará. ¿Estarías dispuesto(a) a ser como un niño pequeño cuando su padre le pide lanzarse al vacío con la promesa de sostenerlo? Eso es confiar.

Confiar en Dios implica muchas cosas. Confiar es descansar en que nada se escapará de las manos de mi Padre, porque la biblia dice en Romanos 8:28 que: “a los que amamos a Dios todo las cosas les ayudan a bien”. También dice en el Salmo 23 Jehová es  nuestro Pastor y nada nos faltará. Confiar en Dios es recibir y aceptar sus propósitos sabiendo que solo él tiene control absoluto de nuestras vidas. Confiar es creer por encima de las dudas. 

¡Un nuevo tiempo ha llegado!Esta es una declaración profética que me hace saber que ha llegado la hora de actuar. Allí donde estás, declara en voz alta: “Un nuevo tiempo ha llegado.”

Ahora medita, piensa, analízate. ¿Para qué es ese tiempo nuevo?

Esta es una buena temporada para arrodillarnos  y pedirle perdón al Señor por no esforzarnos por alcanzar lo que está por delante. A veces creemos que la promesa de Dios, como es promesa, se cumplirá sin nuestro esfuerzo, sin nuestras ganas de avanzar, sin nuestro compromiso de cambiar de actitud frente a las diversas circunstancias de la vida. Nos olvidamos que aunque la cuenta del banco esté en rojo, la cuenta celestial sobreabunda en bendiciones y ganancias... espirituales, físicas y materiales.

“No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.” (Filipenses 3:13-14 NTV) 

Decláralo, créelo y camina, porque un nuevo tiempo ha llegado.