Escuché muchas veces decir cuando era pequeña y no lograba hacer algo, con la intención es suficiente. Por lo menos lo intentaste, pero la realidad es que no. No es suficiente intentar las cosas y como no salen, no lo intentamos más. Es la excusa perfecta para no tomar acción decisiva en nuestra vida, para no pararnos como la diferencia en el mundo.
Alguien dijo: El infierno está lleno de buenas intenciones, en otras palabras, de nada sirven los buenos propósitos si no van acompañados de las obras. Yo puedo tener la intención de ir a un lugar, pero necesito comenzar a caminar para llegar a ese lugar que tanto anhelo. Es el mismo concepto, yo quería ser maestra, pues tuve que ponerme las pilas, estudiar y enfrentar situaciones particulares, pero si en la primera dificultad me quedaba nunca hubiese logrado terminar.
Una de las historias más famosas del Nuevo Testamento es la de Jesús caminando sobre las aguas. Es una de esas historias que nunca nos cansamos de escuchar. Este pasaje nos habla de alguien que tenía una buena intención pero necesitaba algo más. En Mateo 14: 28-29 tenemos a Pedro que al ver a Jesús caminando sobre las aguas, quiso probar si él podía hacer lo que Jesús hacía. “ Pedro le contestó: —Señor, si eres tú, haz que yo vaya hacia ti caminando sobre el agua. Jesús le dijo: —¡Ven! Pedro salió de la barca, caminó sobre el agua y fue hacia donde estaba Jesús. Nos encanta esta historia porque fácilmente nos vemos reflejados en ella. En muchos momentos de piadoso entusiasmo rendimos nuestras vidas, nuestra voluntad y nuestro futuro a Dios. “Señor, solo dime lo que quieres que haga y yo obedeceré”. Pero la intención necesitaba también el enfoque. Mantener la mirada en Jesús era parte del deseo de caminar por encima de las aguas. Recuerda no basta con la intención
Hay una canción cristiana que dice: “No basta solo con decir, no basta solo con cantar, no es suficiente solo con querer hacer, es necesario morir”. Es probable que las iglesias estén llenas de miembros con buenas intenciones, buenos deseos, y excelentes ideas, pero que todo se queda en eso, intenciones, deseos e ideas porque no están dispuestos a ponerlos en práctica.También he escuchado frases como las siguientes: “Tuve la intención de llamarte” “Solo lo pensé, pero no lo hice” “Soñé que te visitaba” “Sentí el deseo de decírtelo pero al final no lo hice”.
Alguien dijo, de buenas intenciones está lleno el mundo. Sin embargo, tener buenas intenciones, aunque dice mucho, no es suficiente, no cambia en nada las cosas. Esto es equivalente a tener mucho conocimiento, a tener mucha preparación profesional pero si nunca se pone en práctica, no sirve en nada.
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Una idea en el corazón sin ponerla en acción se queda en una ilusión .
Una idea en el corazón sin ponerla en acción se queda en una ilusión .