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Cuando vamos a hacer un bizcocho, necesitamos un molde. El molde es lo que le da la forma al bizcocho. Un molde asegura que cada elemento que se produce por el proceso sea idéntico al anterior, pero ¿porqué tiene que ser idéntico? ¡Rompe el molde!
No podemos educar a nuestros hijos como lo hicieron nuestros padres con nosotros, pues mis padres me educaron para un mundo que ya no existe. Es una realidad que no podemos borrar. La realidad es que muchos de nosotros fuimos criados de una forma distinta a la que se cría hoy día. Hablo de respeto, compasión, amor, integridad y honradez, cositas que lamentablemente se han perdido. En muchas ocasiones el miedo a exponernos o fracasar impide que tratemos de hacer las cosas de forma diferente, no nos atrevemos a romper el molde. La Biblia dice en Isaías 43:18-19 “Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados”. Dios nos está invitando en este pasaje a entrar en algo nuevo que tiene para nosotros. No podemos tener miedo a lo nuevo, a lo desconocido. Si Dios nos invitó, tiene que ser algo bueno. Por ahí dicen: “el que invita paga”. La realidad es que muchas veces no encajamos en cualquier molde y es porque en el único molde que cabemos, es en el molde que Dios diseñó para nosotros. Nos toca comenzar a caminar y tomar posesión de eso que está frente a nosotros.
Dios quiere hoy hacer algo con nosotros como lo hizo con Ester. Ella rompió el molde de lo que una joven judía debía ser. ¿Habrá soñado de niña que llegaría a ser una reina? Quizás no, pero Mardoqueo le recordó que había una asignación. La Biblia dice en Ester 4:14 ”Si no te atreves a hablar en momentos como este, la liberación de los judíos vendrá de otra parte, pero tú y toda tu familia morirán. Yo creo que has llegado a ser reina para ayudar a tu pueblo en este momento” . Es probable que ella nunca se imaginó su llamado, pero ya en la mente de Dios estaba que esta reina llegaría a romper el molde de todo lo que antes había pasado, incluso de lo que Amán planificó en su malvada mente. Ester rompió el molde cuando actuó con mucho coraje y determinación para salvar a su pueblo en irse en contra de Amán y hasta de su esposo el rey.
El único molde en el que debemos encajar, es en el que Dios diseñó para nosotros. Hay muchos moldes a nuestro alrededor que la cultura, la tradición, la religión han construído e intentan que encajemos ahí. ¿Dios te ha llamado a romper el molde o simplemente adaptarte al lugar que alguien diseñó para ti? Es importante que entendamos que no a todos Dios nos llama a romper el molde. Si Dios te llamó a romper el molde, hazlo. Llegó el día de romper el molde.
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V. Cucuta