Cada lágrima que cae no solo refleja mi quebranto sino también la sanidad interior de Dios
Recuerdo que cuando se iba el agua en la casa y éramos pequeños, luego de algunas horas volvía, nos decían deja que corra para que salga la limpia. No sé si era verdad, pero siempre cuestionaba que era botarla. Cuando llegan los huracanes se recomienda que se le eche una tapita de clorox si es que la vamos a utilizar para cocinar. Entonces tiene que correr el agua que sale para que el tubo se limpie.
Alguien dijo en una ocasión: "muchas veces necesitamos que salgan las lágrimas para que se limpie el alma". El llanto nos une en el dolor, en el miedo, en todo cuando podamos sentir debilidad. El llanto nos produce alivio, descarga emocional en el momento necesario.
La Biblia habla de las lágrimas y de lo que ocurría cuando alguien lloraba. En Lucas 7:13 dice: “Cuando Jesús se unió a una multitud en las afueras de la ciudad de Naín y vio a una viuda llorar por el cuerpo de su hijo, “tuvo compasión de ella” . En Juan 11:35 “Más tarde, cuando María se derrumbó a los pies de Jesús por la muerte de su hermano, el varón de dolores dio un paso más: “Jesús lloró” .
Entonces podemos concluir que llorar es parte de la vida. En muchas ocasiones Dios nos permite llorar porque mientras lloramos el alma se sana y esas lágrimas son un aliciente perfecto para el dolor. Lo cierto que es muchas ocasiones lloramos de rabia, de dolor, de impotencia, cuando lloramos nuestra alma es liberada. Durante años, las lágrimas se han considerado una señal de debilidad y de manipulación. La realidad es que cuando estás triste, cuando estás molesto, cuando tienes rabia, o sencillamente cuando no puedes resolver la situación, entonces podemos expresarlo con el llanto. Yo soy de esas personas que llora en muchas ocasiones de rabia. Pero lejos de ser un signo de debilidad o una fuente de vergüenza, los psicólogos dicen que ceder a las lágrimas es un importante mecanismo de afrontamiento y una forma de higiene mental. “Llorar puede ser una manera importante de comunicarse y conectar con los demás", dice Daniel Coletti, psicólogo clínico. Llorar es una señal de que necesitas prestar atención a algo a lo que tu cuerpo está reaccionando dice Shannon O'Neill, una psicóloga y profesora de Psicología en Mount Sinai de New York.
Alguien dijo que las lágrimas son el aguacero que Dios utiliza para cultivarnos, nutrirnos y sanarnos de adentro y hacia afuera. Entonces necesitamos llorar, porque mientras lloramos nuestra alma está siendo sanada.
¡Llorar hace bien! la próxima ocasión que sientas deseos de llorar, no pienses que es debilidad, es un tiempo de sanidad.
¡Cada lágrima que cae no solo refleja mi quebranto sino también la sanidad interior de Dios!
Déjame tu comentario si fuiste confrontado con esta entrada.
Comentarios
Llorar para mi no es debilidad más bien es liberación, me hace sentir en paz
Fanny
V. Cucuta