Su gracia es suficiente

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Cuando la mujer samaritana se encontró con Jesús,  no creía que su vida seca y vacía, volvería a cobrar vida con solo escuchar de alguien que no la maltrataría más, alguien que no la juzgaría ni la miraría por encima del hombro por su pasado. Ese alguien que le ofreció un cambio de vida. ”En eso, una mujer de Samaria llegó a sacar agua y Jesús le dijo: —Dame un poco de agua… Jesús contestó: —Si supieras lo que Dios puede dar y conocieras al que te está pidiendo agua —contestó Jesús—, tú le habrías pedido a él y él te habría dado agua viva.“Juan‬ ‭4‬:‭7,10‬ ‭

Ella se encontró con Jesús en el pozo de Jacob, allí encontró la gracia salvadora. Ella había buscado satisfacción en el lugar equivocado, pero buscando buscando, se quedó sin esperanza. Muchos de nosotros buscamos satisfacer nuestra necesidad en cosas efímeras, para llenar un vacío con cosas materiales, con momentos, con personas, pero al final del día, todo ese se acaba y vuelve a quedar el vacío.

Muchos hemos sido marcados por alguien, por una palabra, por una acción o por un gesto de alguien y esto hace que nos sequemos en muchas ocasiones y que nos sintamos vacíos. Jesús quería que esta mujer entendiera que él era capaz de cambiar su lamento en gozo y darle un cambio a su vida. De igual forma, si solo aceptamos la gracia salvadora que él nos ofrece, nuestra vida volverá a florecer, volverá a cobrar sentido, pero nos toca aceptar que su gracia es suficiente…

En muchas ocasiones, Dios está esperando que tú y yo le prestemos atención, él nos está hablando, nos está dando soluciones, pero como esta mujer solo le comenzamos a reclamar, como tú siendo judío…. si lo importante es que él le ofrecía gracia, le ofrecía amor, le ofrecía atención, le ofrecía un cambio de vida. Por vivir la vida, cuestionándolo todo, analizándolo todo, no podemos escuchar lo qué él quiere decirnos. 

Hoy Dios quiere llamar tu atención, pone a tu lado gente, te trae situaciones que no entiendes con el único propósito de que alces tu mirada al cielo y le prestes atención. Él te ofrece su gracia, su gracia es suficiente.

Si has recibido su gracia, podrás entender hoy a la mujer samaritana. Déjame tu comentario.