Usted y yo fuimos creados para estar con gente, compartir con amigos, ir juntos de road trip, hacer fiestas por todo y con todos y de momento nos separaron por la pandemia. ¡Qué fuerte fue ese tiempo!
La Biblia es muy clara sobre esto. “»Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada.”San Juan 15:5
Los problemas de autoestima pueden ser también causa de este tipo de comportamiento. Aunque suene contradictorio, muchas veces la necesidad de quedar siempre bien a los ojos de dependientes y superiores es una forma de lidiar con una baja consideración de sí mismos. En la mayoría de los casos el síndrome del “llanero solitario” se da como un fenómeno
natural y no intencional. Para muchas personas que no están preparadas para ejercer el liderazgo o no han recibido la dirección apropiada, esta forma de ejercerlo es la única que conocen. Creen que pedir ayuda es un síntoma de debilidad o de falta de responsabilidad.
Un leño apartado de su fogata se apagará. Pero no será en un día, será un proceso lento hasta que el fuego finalmente se extinga.
Dios nos invita hoy a dejar de ser llaneros solitarios. Nos invita a pedir ayuda, a pedir una sugerencia o una opinión. Es importante compartir con alguien tu logro o hasta un fracaso. Y hasta el amor tiene más sentido si lo compartes.
Déjame tu comentario y alguien más será bendecido.
Comentarios
Pq hay momentos en que nos sentimos de esa forma.
Gracias por compartir éstas vivencias o inquietudes.
Cuantos luchan con la soledad, quizás por temor a ser heridos, o por las malas experiencias que han vivido. O tal vez por sentirse diferente a los que les rodean.
La Biblia habla de la importancia de las relaciones en Génesis 2:18, Dios declara que “no es bueno que el hombre esté solo”, destacando la necesidad de compañía y apoyo mutuo. A lo largo de las Escrituras, se enfatiza el valor de la comunión, el amor y el servicio hacia los demás.
Eclesiastés 4:9-12 destaca la fortaleza de estar acompañado: “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.”
Aunque hay momentos en los que uno puede sentirse llamado a un período de soledad para buscar a Dios en la oración y la reflexión, la enseñanza cristiana resalta la importancia de la comunidad y el amor hacia los demás. Ser un “llanero solitario” en el sentido de aislarse completamente puede ir en contra de los deseos de Dios para nosotros.
Bendiciones 💙