Los faros funcionaban antes con lámparas de aceite, había un farero que lograba mantener su llama ardiendo gracias a los suministros que recibía una vez al mes. Una noche, aquel farero recibió la visita de una mujer que necesitaba aceite para calentar a su familia, y él se lo proveyó, luego un vecino le pidió aceite para lubricar una rueda, y él se lo cedió. A la noche siguiente, alguien necesitó aceite para sus propias lámparas, y se lo regaló. Petición tras petición, al farero le parecieron todas legítimas, así que no se atrevía a decir que no. Antes de finalizar el mes, el faro se apagó, pues se había terminado la reserva de aceite. Lamentablemente, unos cuantos barcos se estrellaron contra la costa.
En Mateo 25:1-13, la Biblia habla de diez vírgenes que tomaron sus lámparas de aceite y salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran descuidadas y las otras cinco eran prudentes. Las descuidadas llevaron sus lámparas pero no llevaron aceite de reserva. Por el contrario, las prudentes llevaron sus lámparas y también aceite de reserva. Como el novio se demoraba mucho, todas las jóvenes se cansaron y se durmieron. Pero a la medianoche alguien gritó: “¡Oigan! ¡Viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!” En ese momento, todas las vírgenes se levantaron y prepararon sus lámparas. Las descuidadas les dijeron a las prudentes: “nuestras lámparas se están apagando!”
Si se te termina tu aceite, es porque no tienes en reserva. A veces compartir no es lo mejor que podemos hacer…es extraño. Las cinco mujeres descuidadas pidieron aceite porque sus lámparas se apagaban, ¡lo necesitaban! Y las prudentes les respondieron que no podían compartirlo, porque si no, no iba a quedar suficiente para ninguna de ellas. Quizás pienses que las prudentes fueron egoístas. Hay cosas que nadie puede hacer por ti, te toca a ti y me toca a mi tener aceite en reserva para alumbrar. Este es un tiempo para hacer reserva de aceite, lo vamos a necesitar porque nuestra misión es iluminar a un mundo que camina en oscuridad.
Si en algún momento sientes que tu lámpara no alumbra suficiente, es que se acaba el aceite. Dios nos llamó a alumbrar. Busca aceite, necesitas aceite para alumbrar. ¿Dónde está tu reserva de aceite?
Sé que has sido confrontado con el aceite de tu lámpara, NECESITAS RESERVA DE ACEITE.
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Comentarios
En momentos de adversidad o necesidad espiritual, contar con aceite reservado puede ser reconfortante .Y puede representar la esperanza y la perseverancia en tiempos difíciles. Que difícil es reconocer que cada cual es responsable de su reserva de aceite por lo cual todos debemos mantener viva la relación espiritual con Dios y estar preparado para su venida. Solo nos queda ser ejemplo a los nuestros de cómo mantener su lámpara encendida y el tanque de su aceite con lo suficiente para ellos.
Fanny