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¿Necesitas una remodelación en tu vida, en tu mente, en tu corazón o simplemente en tu casa.? Todos en algún momento deseamos ver un cambio, una remodelación en nuestras casas físicas, pero y ¿qué me dices de tu corazón , de tu alma?
Remodelación es el desarrollo de nuevos diseños para una obra existente. Interesante cuando hacemos una remodelación, parece que todo es destrucción, que nada sirve de lo que hay y pensamos que las ruinas solo es lo que se ve, pero se nos olvida que los cimientos también son importantes, porque es lo que mantendrá la construcción en pie y firme.
Mientras veo como derriban una pared en mi casa, el polvo me desespera, pero sé que valdrá la pena. Aún falta mucho, pero mi esperanza es que al final todo se verá mejor. Así es nuestra vida. Quizás alguna desilusión o algún proceso hace que te sientas en ruinas, pero te has preguntado ¿como están tus fundamentos? Los cimientos de una casa son fundamentales porque de esto depende la estabilidad y la resistencia de toda la estructura.
La Biblia habla sobre esto “Se parece a un hombre que al construir una casa cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida. Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que construyó una casa sobre tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó y el desastre fue terrible».”Lucas 6:48-49
Para que mi vida esté bien fundamentada, necesito un buen cimiento. La Biblia me habla de tomar consejos, de fundamentar mi vida en la roca que es Cristo. Entonces me toca analizar que si necesito una remodelación en mi vida, debo tener cuidado del fundamento que voy a escoger. Te aconsejo buscar un buen fundamento para que cuando vengan las tempestades espirituales te puedas mantener en pie.
Si hoy pudiste reflexionar sobre una remodelación física o espiritual, te pido que me dejes tu comentario.
Comentarios
¡Gracias por hacernos pensar!
Yamira
Ana
V. Cucuta