Culminó un ciclo de mi vida en el que disfruté mucho ser maestra. Fui maestra y sé que me paseo entre aquellas maestras que muchos recordarán: por buena, por exigente, por lo mucho que los ponía a escribir, por lo alto que hablaba, pero también por quien se desvivía si alguno faltaba o sentía que algo le pasaba. Sé que lo dí todo, puse mi alma y corazón en esa asignación que Dios puso en mi corazón.
Fueron muchos años hermosos en los que tantas veces supe que fue Dios que me dio tan grande encomienda. Él puso en mi corazón ese deseo desde niña y hoy vi que se acaba de culminar un ciclo. Esto no quiere decir que dejaré de ser maestra, pero sí de trabajar dando clases, como lo hice por 26 años.
Fue un tiempo muy hermoso, especialmente por saber que es posible marcar positivamente a gente para la vida. Mi trabajo no solo se trató de enseñar a colocar correctamente una tilde, o a escribir un ensayo; fue mucho más que eso. Mi trabajo se trató de impactar a jóvenes que en un momento dijeron: “me quiero suicidar”, o me cuestionaron: “¿por qué no me quieren en mi casa como usted quiere a sus hijas?”
Fueron muchos días de entrega, devoción, cariño y dedicación, de mucho aprendizaje, de grandes lecciones.
Como a todos nos sucede, hubo momentos difíciles en los que la envidia, los celos y los deseos de sobresalir de algunas personas hacen daño. Hubo otros momentos en que solo me sostuvo la mano de Dios, quien me llamó. Sin embargo, hoy miro para atrás y solo puedo dar gracias por que cada persona que Dios puso en mi camino la puso con un propósito: estudiantes, compañeros, padres, directores, secretarias, consejeros, etc. Dios pulió y arregló muchas cosas en mí en todos estos años, y con amor y paciencia fue moldeando mi carácter. Hoy puedo alzar mis ojos y solo dar gracias a Dios. ¡Gracias Dios por tantos años de aprendizaje!
Hoy comienza una buena y nueva etapa en que sé que veré a Dios de diferentes maneras en mi vida. Sé que tendré nuevas encomiendas y sé que el mismo Dios que estuvo por 26 años ayudándome a ser una buena maestra me ayudará a ser mejor en todas las demás misiones que me asigne. Como siempre he dicho, estoy dispuesta y disponible para la nueva encomienda, con un cuadro claro de que "aquel que la buena obra comenzó en mi vida, será fiel en completarla".
Dios también puede ser el dueño de tu historia si lo invitas a caminar contigo cada día y le permites dirigir el camino. “Pon tus actos en las manos del Señor y tus planes se realizarán.”Proverbios 16:3
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Comentarios
esta que comienza será mucho mejor.
Dios cumple sus propósitos en aquellos que ama. Gracias por compartir esos bellos mensajes. LQM ❤️❤️
Un abrazo hija de mi alma. Mami
Hoy puedo dar gracias a Dios porque aún gozo de sus enseñanzas, en esta ocasión desde una perspectiva diferente y muy especial: mi Pastora💛 La que esta pendiente a mis caídas para extender su mano, levantarme y ayudarme a continuar.
Gracias por ayudarme cada día a formarme como hija de Dios. Gracias por sus preocupaciones, cuidados, consejos y por esos mensajes de voz que incluyen una palabra confortadora y una poderosa oración que nos ayudan a continuar el camino de la fe.
La mejor! 💛Dios continúe iluminando su vida y bendiciendo cada plan
y propósito que ha puesto en su corazón. Te amo💛
Me regocijo en saber que viene gran recompensa del cielo y grandes experiencias en el ministerio. Un abrazo fuerte 😘
Orgullosa de ti!!!! Y deseosa de seguir tus pasos. Jijiji