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Muchas veces he escuchado a hijos decir a sus padres: “él es el favorito”. No creo que ningún padre o madre tenga hijos favoritos. Cada uno de ellos es diferente, por sus experiencias, por el día de su nacimiento, porque a cada uno Dios lo hizo único. Pienso que ni los hermanos gemelos son iguales.
Tengo dos hijas y hubo entre ellas ese momento de pensar que amaba a una más que a la otra, que una era la favorita. La realidad es que simplemente nos relacionamos con ellas de formas diferentes. Yadheera es la mayor, me enseñó a ser madre, metí las patas muchas veces con ella, no sabía hacer las cosas, corregir, regañar, enseñar… y luego de 5 años tuve a Yareethza. Ya no cometí los mismos errores, ya sabía cómo manejar rabietas y desilusiones, e incluso identificar cuando Yareethza intentaba manipular porque era la más chiquita. Siempre recuerdo jocosamente que al nacer Yareethza le decíamos a Yadheera: “no le des, ella es más chiquita que tú, te toca protegerla”, y Yareethza se aprovechaba de esas palabras para manipular la situación. Peleaban mucho cuando eran chiquitas y varias veces las escuché decir: “es que ella es la favorita”.
Hoy, después de grandes, se aman con locura y sé que cada una es distinta y ninguna es más amada que la otra. Cada una tiene sus experiencias distintas. Yareethza siempre seguirá siendo la muñequita de Yadheera y Yadheera siempre será el refugio, el lugar de protección de Yareethza, donde recibirá aprobación y aplausos. Nunca he hecho diferencia entre ellas, incluso si las castigaba por hacer algo malo, les tocaba a las dos el castigo. De igual manera los regalos y los dulces: para las dos o para ninguna.
En la Biblia hubo un momento en que la madre de dos de los discípulos de Jesús tuvo esta conversación con Él: “Él le dijo: —¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.” (Mateo 20:21) Esa madre quería que sus hijos fueran puestos en un lugar mejor que los demás discípulos.
Recordemos, además, la historia de Jacob, quien la Biblia dice que amaba más a José que a todos sus demás hijos. Esto provocó envidia en el corazón de ellos, hasta el punto de venderlo como esclavo.
Esa actitud de favoritismo Dios no la aprueba. La Biblia dice: “No hay acepción de personas para con Dios.” (Romanos 2:11). Todos son iguales ante Él. Efesios 6:9 dice que: “Él no tiene favoritos.” Colosenses 3:25 nos enseña que Dios es justo al juzgar: “todo el que haga lo malo será castigado, según lo que haya hecho, porque Dios no tiene favoritos.” La Biblia considera el favoritismo como un pecado: “Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.” (Santiago 2:8-9)
El favoritismo es una ofensa grave contra el mandato de Dios de amar a nuestro prójimo como a uno mismo. Las familias sanas no son aquellas que no tienen conflictos, sino aquellas que aprenden a resolverlos buscando un equilibrio. No hay razón para pensar en cuál es el favorito; cada una de mis hijas tiene su diseño propio y único, y es mi trabajo enseñarles que cada una es valiosa y amada como es, porque Dios la creó, la pensó y la hizo parte de su plan perfecto.
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Comentarios
Cada ser humano tiene algo porque amarlo . Dios las bendiga.
V. Cucuta
Las personalidades, cualidades y hasta la conducta de mis hijos son muy diferentes, en fin, todo, pero cada diferencia me hace amarlos a cada uno de manera especial, pero ambos son mi vida, y el trato de mami hacia ellos es el mismo, sin favoritismos. Me da risa porque una persona se acerco a mi para decirme, —pero porque sólo pones fotos de uno, el otro se pondrá celoso— ( comentarios que podrían sumar si alguno de ellos pensara que mami tiene favoritismo por el otro) pero le explique que el otro ya creció y no le gusta que su mami este cada 5 min o menos pidiendo foto para compartirla. De gustarle, claro que fuera incluido en mis historias, porque a que mamá no le gusta estar subiendo fotos de sus hijos😍
Gracias por compartir su experiencia y siempre enseñarnos a través de la palabra. Una bendición!
Te amo💛