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Dios es Dios de oportunidades y cuando pensamos que no hay salida para nuestro problema, para nuestra situación, Dios aparece en el panorama. Como maestra de estudiantes en la difícil etapa de la adolescencia, muchas veces he leído que en algún lugar mis estudiantes escriben que no hay salida para su crisis y que están pensando acabar con su vida. En ese momento me corresponde correr a buscarles ayuda.
El suicidio es la tercera causa principal de muerte entre las personas de quince a veinticuatro años y es más común entre las personas de sesenta y cinco años o más. En el último medio siglo, la tasa de suicidios entre adolescentes y adultos jóvenes casi se ha triplicado.
Pero ¿por qué muchos creen que la solución es el suicidio? No es ideal que alguien decida terminar sus problemas con el suicidio, hay muchas más cosas por hacer y el suicidio no es la solución.
La biblia habla del profeta Elías, que en un momento de desesperación decidió pedirle a Dios que le quitara la vida. (1 Reyes 19:4) “Se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.”
Elías se fue al desierto. Este poderoso varón de oración –lo suficientemente poderoso para hacer que la lluvia y el rocío se detuvieran por tres años y medio, y después lo suficientemente poderoso para hacer que comenzara de nuevo con su oración– ahora oraba deseando morirse. ¿Por qué? ¿Porqué deseaba morirse? Es indescriptible hacerse un cuadro y ver todo: las victorias que tuvo Elías sobre la malvada Jezabel donde ella vio todos sus planes frustrarse ante el poder de Dios, y entonces cuando se queda solo y las luces se apagan le pide a Dios que le quite la vida.
¿Tenía Elías planes que se habían frustrado? No. Se habían realizado, pero en su desesperación al escuchar que Jezabel lo buscaba para matarlo, en vez de llamar a ese Señor que le ayudó a matar a los 450 profetas de Baal y 400 de Asera, decidió correr y esconderse en una cueva.
¿Cuántas veces, en lugar de buscar ayuda o enfrentar la situación, preferimos salir corriendo y escondernos en una cueva? Para luego en esa cueva, en la desesperación, desear la muerte.
Cada cosa que ocurre en nuestras vidas tiene una fecha de expiración y el Dios que nos ha levantado es el Dios que nos dará las fuerzas para seguir haciendo el trabajo que nos encomendó. El suicidio no es la solución.
Si has pensado en acabar con tu vida, busca ayuda. Si necesitas hablar, estoy aquí para leerte.
Déjame tu comentario y permíteme leerte.
Comentarios
Este blog me impacta mucho por mi trabajo con adolescentes. En esta etapa tan difícil de cambios les pasan muchas cosas por su mente, incluyendo el suicidio. No quiero imaginarme la montaña rusa de emociones que experimentan 🙏🏼.
Una película que recomiendo es The Grizzlies, que muestra cómo adolescentes inuits con una de las tasas de suicidio más altas de Norteamérica, ven sus vidas transformadas a través del deporte del lacrosse. ¡Siempre hay una salida! Dios quiere bendecirnos.
Gracias pastora Nory por estar siempre para nosotros ❤️.