Yareethza Noríe la completaste

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Importante- leer entrada del 3 de marzo del 2021

Yadheera comenzó la historia pero tú, Yareethza Noríe, la completaste.

Yareethza Noríe, cuando supe que estaba embarazada de ti, me asusté pues aunque sí quería, ya sabía lo que implicaba parir, el dolor. Ya habían pasado casi 4 años desde mi primer embarazo, y esto significaba muchas cosas difíciles, pero otras buenísimas. Yadheera tendría un(a) hermanito(a) a quien mandar, jajajaja. Un bebé con quien jugar. Definitivamente esto implicaba un nuevo reto.

Todo en la vida es a base de retos y este era uno fuerte, pero que tu papá y yo  enfrentaríamos nuevamente juntos y con mucho entusiasmo. Aun elegir tu nombre fue un reto, pues queríamos un nombre que se pareciera al de tu hermana. Y por supuesto, el reto más importante: tener, cuidar y criar un nuevo bebé.

Yadheera y Yareethza son totalmente diferentes. Se complementan y hoy se llevan muy bien. Digo ‘hoy’, porque cuando eran chiquitas Yadheera, por ser la mayor, quería siempre dar instrucciones y Yareethza Noríe nunca se dejó. Siempre fue ‘alzá’, jajajaja. Ella no quería ponerse la ropa de su hermana —cuando uno tiene hijos, regularmente la ropa se hereda, pero Yareethza dijo: “No, yo no me voy a  poner eso”. Y claro, el hecho de que era alta y flaca, y la ropa de Yadheera no le servía, ayudaba su caso.

En sus estudios siempre fue muy sobresaliente, única, responsable. En sus graduaciones se llevó siempre todas las medallas, pero más que eso siempre fue buena compañera, buena estudiante y buena persona.

Siempre recuerdo algo que una bibliotecaria me dijo de ellas. Ellas aman tanto a su padre, y como viven para que él se sienta orgulloso cuando sean adultas serán siempre muchachas de bien, porque ese amor que sienten por él, las hace saludables. Ese amor es recíproco, su papá es su pastor, pero ellas son sus princesas mágicas. Ay de aquel que se acerque a ellas, pues tiene que cuidarlas como princesas, amarlas, no dañarlas, porque se las verá con él, y conmigo, por supuesto.

Actualmente Yareethza Noríe está en su  4to año en el Colegio de Mayagüez, completando su carrera de Ciencias Políticas, con un grado menor en Finanzas y otro en Mercadeo, junto con una secuencia curricular en Relaciones Internacionales. Después de ahí comenzará su carrera de unos años para ser abogada, el cual ha sido su sueño desde hace mucho tiempo. 

Sé que Dios fue quien puso ese deseo en su corazón. Nunca le preguntaré las razones, pues solo sé que como Él me la regaló yo se la entrego diariamente y Él es quien decide el rumbo de su vida. Sus días están en manos del Señor. Su futuro esposo está en Sus manos, pues oro para que quien llegue a su lado sea para sumarle y nunca para restarles. Su profesión está en Sus manos, al igual que su trabajo y su ministerio.

Dice la biblia en Salmos 127:5, “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.”

Hoy soy agradecida con el regalo que Dios me dio, Yareethza Noríe, eres uno de mis más preciados tesoros.

Sé que fuiste bendecida al leer esta historia y quizás te sientas identificada, déjame tu comentario.