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Nuestra mente es el campo donde ocurre la batalla espiritual. La batalla espiritual es una condición específica de la mente que usará fortalezas para tratar de manipular nuestra forma de pensar, nuestras emociones y nuestro cuerpo.
Este concepto de las batallas se puso muy de moda en un momento dado, y muchos le huímos o negamos que hay un mundo espiritual en constante guerra por nuestra mente. Sin embargo, el otro extremo es cuando ignoramos las batallas que como seres humanos enfrentamos diariamente. Usted y yo desde el instante en que nacemos nos enfrentamos diariamente a distintas batallas y no podemos ignorarlas. El enemigo se aprovecha muchas veces de nuestra vulnerabilidad y de nuestros momentos de debilidad para entrar a nuestra mente y bloquear lo que es correcto y viene de Dios.
“Me has armado de fuerza para la batalla; has sometido a mis enemigos debajo de mis pies.” (Salmos 18:39) David nos recuerda en este salmo que el mismo Dios nos da las fuerzas para la batalla que enfrentaremos. La victoria está disponible para nosotros, pero solo vendrá cuando pidamos la ayuda de Dios en la batalla.
Una guerra espiritual solo se puede ganar con recursos espirituales, pero debemos conocer que tenemos estos recursos espirituales a nuestra disposición, y saber usarlos. La oración es crucial para ambos.
Dice Priscila Shirer: «Los ataques del enemigo siempre están envueltos en el paquete del engaño, siempre están diseñados para manipular la verdad acerca de Dios y nuestro valor en Él.»
Jesus nos indicó que tengamos una actitud humilde de paloma, pero también de serpiente que está lista para atacar cuando se encuentra en peligro. No hay duda de que necesitamos estar listos y armados para la batalla. No podemos distraernos en el proceso de la batalla porque ahí es cuando el enemigo se aprovecha para entrar y dañar.
Las pruebas no dicen que estamos fuera de la voluntad de Dios. Tampoco que el Señor se alejó de nosotros. Simplemente nos recuerdan nuestra dependencia de Él, y nos reafirman que Dios está pendiente y que su fidelidad es eterna.
Usted y yo estamos peleando a guerra constante día a día contra huestes espirituales de maldad intentan dañar y minar nuestra paz, pero la única forma de salir victorioso de esta batallas es peleando con las armas correctas.
Recuerda algo: "La presencia de una batalla no representa la ausencia de Dios en la guerra".
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Comentarios
Gracias pastora. Lindo día💛