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No puedo evitar la decepción ni el dolor, pero sí puedo aprender a manejar bien cada decepción y abrazar la verdad como una nueva aventura.
La decepción es un lugar que atravesamos, mas no debe ser un lugar para quedarnos. Es interesante el proceso de cuando Moisés envía a Josué y Caleb a ver la tierra prometida, y los otros 10 espías trajeron informes negativos de peligro, de imposibilidad. Imagino que esto fue decepcionante para Moisés. Cuando todos los espías querían abortar el proceso, Caleb decía: "Dios no nos trajo hasta aquí para volver atrás".
Hace varios días mientras estábamos en el trámite de la compra del terreno en la iglesia, varias cositas no resultaban como esperábamos. De momento los procesos que comenzaron con mucha amabilidad, se tornaron hostiles. A mi mente solo llegaba ese cántico que se hizo una realidad en nuestras vidas: “Dios no nos trajo hasta aquí para volver atrás”.
Tantos años viendo la mano de Dios obrar, tantas veces en las que parecía que las cosas no funcionarían, y de momento todas las puertas se abrían para que camináramos en victoria.
Entonces quiere decir que cuando estamos en el plan y propósito de Dios, vendrán gigantes como los hijos de Anac. La ciudad de Hebrón estaba habitada por gigantes, personas de gran tamaño que alcanzaban casi los nueve pies de altura. La biblia dice que uno de los hijos de Anac fue el gigante Goliat, el filisteo que David derrotó con una onda.
Los espías dieron su reporte a Moisés; dijeron llenos de temor: "No podremos combatir contra esa gente ¡son más fuertes que nosotros!” Pero el reporte de Josué y Caleb fue diferente: “y le dijeron a toda la comunidad: —La tierra que exploramos es una tierra muy buena. Si el Señor está satisfecho con nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la dará; es una tierra que rebosa de leche y de miel. Así que no se rebelen contra el Señor, y no le tengan miedo a la gente de esa tierra porque los derrotaremos fácilmente. Ellos no tienen quién los proteja, en cambio el Señor está con nosotros, así que no hay que tenerle miedo a esa gente.” (Números 14:7-9)
Fija tus ojos en el propósito, no en el proceso para llegar a él. Si Dios te ha traído hasta aquí no permitas que ninguna desilusión te impida ver a Dios que sigue estando a tu lado. Habrá muchas decepciones en el camino, pero recuerda: las decepciones son lugares que atravesamos, pero no para quedarnos.
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Comentarios
Muchas veces mi corazón se llena de miedo y desanimo por tantas cosas feas y difíciles que me ha tocado enfrentar en este trayecto, pero sé que Dios está conmigo y declaro que cualquier obra del enemigo, cualquier barrera, con la ayuda de Dios y de tu mano, podré derribarla.
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Salmo 46:1
Bendiciones Pastora💛
Gracias por recordarnos que si aún estamos vivos y de pie, es porque no es el final.
Ese es el camino que se debe andar.
Gracias Pastora. Saludos.