Soy una mujer soñadora

 

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Soy esa mujer que todos los días ve algo más de Dios en su esposo, en sus hijas. Soy una mujer soñadora y creo en milagros. No me la paso divulgándolo a los cuatro vientos ni escribiéndolo en las redes, pero sí creo y sueño.

Creo en milagros, en lo sobrenatural de Dios. Mi fe es genuina, única e inigualable. Aunque nadie crea conmigo, yo sigo creyendo. Mi espíritu está conectado el corazón de Dios, pues es capaz de ver lo que nadie ve.  

La biblia habla de la mujer del flujo de sangre. Ella era portadora de muerte. Así entendemos mejor por qué esta mujer tenía tanto miedo de acercarse a Jesús; si al tocarle era descubierta, se podía pedir que se fijara un día y una hora para apedrearla, porque había transgredido la ley y era rea de muerte, pero creyó por un milagro y soñó que era posible. 

La biblia habla de la mujer de Poncio Pilato. Se llamaba Claudia Prócula. Ella sufrió pesadillas por causa de Cristo. Ella se interesaba por las actitudes de su marido, quería  moderar sus excesos , quería influenciar en la vida de su esposo y aún así su esposo hizo lo que quiso. En Mateo 27:19 dice, “Justo en ese momento, cuando Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente mensaje: «Deja en paz a ese hombre inocente. Anoche sufrí una pesadilla terrible con respecto a él».”

A nosotras sí nos interesan las intenciones del corazón de nuestros esposos y de nuestros hijos. Ella (la esposa de Poncio Pilato) pensó que sería imposible lo que deseaba, le pidió a su esposo que no hiciera lo que su corazón deseaba, pero la biblia dice en Romanos 12:20 “… ascuas de fuego amontonaba sobre su cabeza por su bondad”. 

¡No te canses de soñar! Sigue soñando el sueño de Dios, porque él lo puso en tu corazón. Si nadie te cree, tranquila, haz silencio. Pronto todos verán ese sueño cumplido. En ocasiones los que se supone que crean en ti y crean contigo no lo harán, pero esa es la confirmación de Dios para que sigas soñando. Ese sueño lo puso Dios en tu corazón. ¡Sigue soñando!

Dice José Luis Navajo "Cuando empecé a soltar mis miedos, comencé a construir mis sueños". Atrévete a dejar tus miedos a un lado y comienza a soñar el sueño que hay en tu corazón para tu esposo e hijas.

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