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¡Cada momento es bueno para ver a Dios!... Esta frase la dijo mi pastor, Henry Báez, y me llevó a pensar que en muchas ocasiones solo vemos a Dios cuando lo queremos ver.
La Biblia relata un momento en que Pedro le dice a Jesús: “Si eres tú, permíteme caminar sobre las aguas como tú.” Pienso que Pedro, aunque había visto a Jesús y había caminado con Jesús, aún no le conocía. Jesús invitó a Pedro a caminar sobre el agua. Pedro comenzó a caminar y mientras mantuvo su mirada puesta en Jesús, pudo caminar sobre las aguas. Dice Mateo 14:30, “Pero vio que el viento era fuerte, tuvo miedo, se empezó a hundir y gritó: —¡Señor, sálvame!” Si Pedro hubiese mantenido su mirada fija en Jesús, las cosas hubieran sido diferentes. Pedro había visto, poco antes, que Jesús alimentó a una gran multitud con cinco panes y dos peces, y aún así puso en duda si Jesús era Jesús o no lo era.
A veces actuamos como Pedro o cualquiera de los discípulos: vemos a Jesús solo cuando nos saca de una crisis o nos soluciona un problema, porque no hemos aprendido a descansar y confiar en que Dios usa todo lo que me pase. ¡Cada momento es bueno para ver a Dios! No saques a Dios de la ecuación de tu vida, él siempre tiene que ser el denominador común.
Cuántas veces las cosas nos salen mal y no nos damos cuenta de que hemos empezado a ver lo fuerte de los vientos contrarios y hemos olvidado que quien nos invitó a caminar sobre la adversidad se llama Jesús. Los vientos contrarios los tendremos todo el tiempo, pero nuestro Dios ha prometido estar con nosotros siempre y sostenernos. Dice Isaías 43:2, “Cuando pases por las agua yo estaré contigo, y si por los ríos no te anegarán, cuando pases por el fuego no te quemarás y ni la llama arderá en ti.” Esta es una hermosa promesa que tenemos si nos mantenemos enfocados en el camino.
Cuando comencemos a pensar que el viento es más fuerte que Dios, devolvamos nuestro pensamiento a la verdad, descansemos y esperemos en lo que dice Romanos 8:28, “Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito.”
Dice en Proverbios 3:5-6, “Confía en Jehová de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia, reconócelo en tus caminos y él enderezará tus veredas.” Reconocer a Dios es permitirle participar; invitarlo a ser parte. Es atrevernos a pedirle que nos acompañe en todas las cosas diarias, aunque pensemos que son tonterías, pues para Él no lo son. Cuando hagamos a Dios nuestro compañero del camino, vamos a ver cómo las cosas son diferentes, nuestro día transcurre de una mejor manera, y aunque enfrentemos situaciones, éstas no nos ahogarán... pero esto solo ocurrirá cuando aprendamos a practicar la presencia de Dios en nuestro día a día.
Recuerda: Cada momento es bueno para ver a Dios.
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Comentarios
Hay ocasiones en las q, como Pedro, la duda me ha visitado. Procesos difíciles, de muerte, en los q la naturaleza humana aflora y he tenido q clamar: “Señor, sálvame”. Y he disfrutado del cuidado amoroso del Padre diciéndome aquí estoy no dudes, estoy en control. Solo quiero mostrarte de lo q soy capaz. Dios es bueno!!!
Ha sido mi experiencia.