www.soyesposadepastor.com
Ester 5:2 – “Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro.”
Son muchas las ocasiones en que necesitamos una cita y hay tantos protocolos que la cita nunca llega y jamás nos atienden. Ester tuvo dos opciones: quedarse disfrutando de su reinado o pelear por su pueblo, pero necesitaba una cita. Si ella se presentaba ante el rey sin ser llamada, podía morir; necesitaba una cita. Sin embargo, a pesar de no tener cita, Ester halló gracia delante del rey.
La gracia es el favor inmerecido. Creo que la mejor definición de “gracia” que he leído es la que hizo el autor Joseph Cooke cuando escribió: “Gracia es ni más ni menos que la cara que pone el amor cuando se encuentra con la imperfección y la debilidad. La gracia es la cualidad en el corazón de Dios que hace que no nos trate conforme a nuestros pecados, ni tome represalias contra nosotros conforme a nuestras iniquidades. Es la fidelidad que Dios nos tiene aún cuando nosotros no somos fieles.”
¿Cuántas veces en estos últimos dias has pensado que necesitas una cita para ir a un doctor o alguna oficina? A no ser que tengas alguien que te ayude a acelerar los procesos, tienes que esperar meses largos. Pero ¿sabes algo? Para hablar con Dios no necesitas una cita. Sólo debemos elevar una oración y listo. Él nos escucha.
Algo que debemos tener en cuenta en nuestra vida es que Dios se deja encontrar por aquellos que le buscan. Solo debemos disponer nuestro corazón para Él. Debemos estar seguros de que Él nos dará la victoria, de que enfrentaremos exitosamente los problemas y de que, aun cuando las dificultades parezcan interminables, encontraremos la mejor salida. Eso es lo que Dios hace con quienes le aman y caminan en Su voluntad.
Con Dios no necesitamos un protocolo. Para una cita con Él solo hay que hablar, y Él nos escucha.
Como vemos en la Biblia, cuando un siervo de Dios apartaba tiempo para orar, lo más común era que lo hiciera de rodillas.
Sin duda, habrá ciertas ocasiones en que necesitemos orar y buscar a Dios pero no podamos arrodillarnos. Cuando esto sucede, la postura de nuestro cuerpo no es lo importante, sino la postura de nuestro corazón. La actitud con que nos dirigimos a Dios es mucho más importante para Él.
Lo importante es que te comuniques con Dios, de pie, de rodillas, sentado o acostado. Simplemente comunícate, y te aseguro que recibirás respuesta del cielo.
Nunca olvido ver a mi papá cuando llegaba a la casa que estaba al costado de la iglesia. Siempre lo encontraba orando y me decía: “Yo le doy a Dios hasta el diezmo en mi oración”. Oraba todo el tiempo.
¡Qué mucho deberíamos aprender de esos hombres de Dios! No necesitaban una cita para comunicarse con Dios, simplemente tienen una conexión directa con el Padre, y por tanto, encontraron gracia.
Gracias una vez más por leeeme, si fuiste bendecido(a) déjame tu comentario y alguien más será bendecido.
Comentarios
Gracias Pastora.
Hermosa Palabra.
Y sabes?ya tengo una cita con tu blog. Aquí tambn me encuentro cn mi Amado.
Dios te bendiga Pastora.
pd la foto está hermosa, afloraron mis sentimientos, recordé mi primera foto sin Blanco.
Siempre atento- Aleluya
El velo ya fue rasgado.
Ahora, que podamos siempre reconocer que somos hijos de Dios y que podemos sentarnos a la mesa con El.