Vivimos en un mundo, donde todo nos habla de ¿como nos vemos? Incluso todo el mundo vende una fórmula mágica de aminorar las líneas de expresión o simplemente prevenirlas. ( En mi casa tengo una consultora de Mary Kay)
La realidad de todo esto es que sí nos debemos cuidar, debemos tener una rutina de cuidados de la piel, una rutina de ejercicios y una buena alimentación, pero nada de esto puede sustituir una buena rutina espiritual. ¿Qué es eso? Mantener un tiempo de oración, reflexión, lectura de la palabra y vivir una vida agradable a los ojos de Dios.
Dice el Salmos 32: ¡Qué felicidad la de aquellos que su culpa ha sido perdonada! Cuando David habla en este salmo nos hace entender la importancia de NO ocultar nuestras faltas y pecados. El silencio en muchas personas ocultando una falta hace que el cuerpo se deteriore y el alma se arruge y nos pongamos como una pasa. Ese silencio por la falta de confesión. Decía David en el Salmos 33:3“ Mientras callé se envejecieron mis huesos porque me la pasaba lamentándome todo el día, día y noche, pero decidí cambiar de actitud, me dije a mí mismo, voy a confesarle a Dios mis faltas y lo hice y tú me perdonaste”.
El perdón es liberador, he visto personas consumirse porque no sienten perdonar y la realidad es que el perdón es como soltar una carga pesada, que nos martiriza, nos envejece, nos arruga el alma y la vida. Dice Prov. 15:3 Los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos”. En otras palabras, Dios sabe nuestras faltas, él sabe que cometimos pecado, pero él espera que HOY los confesemos para él perdonarnos.
Es triste pero cuando hablo del envejecimiento no es una broma, el pecado envejece, pero la confesión vivifica y rejuvenece. Dice este gran autor José Luis Navajo en su libro “Cadáver de impecable apariencia”, que la confesión y la transparencia, en la rendición de cuentas podemos encontrar libertad. Dice este autor que muchos piensan que si cuentan su pecado o problema, correrán el riesgo de perder su trabajo e influencia. En lugar de buscar ayuda se aíslan y entonces si quererlo comienzan a envejecer.
HOY tenemos la oportunidad de Confesar nuestra falta, nuestro pecado, pues aún hay oportunidad de restauración.
Gracias por leerme, me bendice mucho que dediques unos minutos de tu miércoles a leerme. Me encantaría saber ¿cómo fuiste bendecido? Así que déjame tu comentario esa es una excelente motivación para seguir escribiendo.
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