Adaptación, crisis, situaciones embarazosas, y un día, después de 2 años de habernos casado, le dijo a Henry: “Qué raro que tengo tanto sueño”. Me faltó el periodo y fui al médico a averiguar qué pasaba. Ese día Henry recorrió todo el pueblo sonando la bocina del carro, pues resultó que iba a ser papá. Pasaron los días, meses, y en las últimas semanas del embarazo comenzamos a tomar clases de “Parto sin temor”. Rubí, nuestra maestra, le preguntó a Henry: ¿Cuál es tu mayor preocupación en este tiempo de embarazo? Y él contestó: Que Nory no aguante el dolor y quiera una cesárea. ¡Qué interesante!
Continuaron pasando los días y el médico dijo que el parto sería el 7 de marzo de 1995. Sin embargo, el día 3 de marzo, a eso de las 2 de la mañana los dolores se hicieron más fuertes y nos fuimos para el Hospital Bella Vista. El 3 de marzo de 1995 a las 6:30 de la mañana nació, pesando 6 lbs. y midiendo 19 pulgadas.
Trajo a nuestra casa alegría y felicidad. Es la sexta nieta por mi lado de la familia, pero la primera por el lado de su papá. Fue la alegría de tus titís y de tus tíos, a quienes ama con locura. Sus abuelos eran su máximo ejemplo a seguir y hoy vivimos orgulllosos de la mujer de Dios que día a día se ha ido gestando en ella.
Sus maestros disfrutaban sus ocurrencias y nosotros, sus papás, ni se diga. Llegaba a la iglesia a adorar a Dios y recuerdo que se paraba en el medio de todo el mundo y mientras adoraba, si yo la regañaba, me decía: “Pero mija, déjame, estoy haciendo pantomimas.” En una ocasión estábamos en Pizza Hut y uno de los jefes de mi esposo, su papá, se pone a jugar con ella (con esta niña precoz, que contestaba todo sin reparos, miedo o timidez), y le dice: “Oye, ¿a quién saliste tan fea?” Y ella le contestó: “A la madre tuya”. Por poco nos morimos de la pena, pero después de esto entendimos que ella tenía personalidad propia, y para tomar decisiones solo le bastaba el consentimiento de Dios y de su papá.
Recuerdo también cuando mi papá, su abuelo, tenía Alzheimer’s y en una ocasión estaba hospitalizado en muy mala condición. Ella comenzó a cantar uno de sus himnos preferidos y en ese momento parecía que le habían puesto una inyección a mi papá, porque al instante hubo una mejoría impresionante.
Actualmente lleva dos años en Miami trabajando. Nunca le cuestioné a Dios. Solo le pregunto todos los días cuando me hace falta y la extraño: “¿Hacia dónde las llevas?” Ha pasado caminos, procesos, decisiones, pero hoy tengo la certeza de que ese Dios que me la regaló a ella y a su hermana Yareethza es quien las ha ido formando y las llevará a donde él quiera. A Él se las entregamos, y cada día vivimos orgullosos y a la expectativa de lo que Dios ha separado para ellas. Somos sus fans número 1.
Los procesos de Yadheera han sido interesantes. Ha tenido grandes decisiones qué tomar, rumbos qué atravesar, pero siempre ha sido clara, atrevida y no le teme al futuro, como dice la frase que la distingue: “Ríe sin temor al futuro”. A veces esa frase me crea ansiedad a mí, como su madre, pero a la vez me genera confianza de que Dios es quien la dirige.
La biblia dice: “Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios.” (Romanos 8:38) Esa es mi esperanza, mi declaración y mi confianza en Dios. Nada me asusta, porque sé que ha aprendido muy bien la lección, tuvo y tiene muchos maestros a quien imitar, aunque sé que su máximo modelo es Dios.
Yadheera, mi hija mayor, hoy levanto mis manos y agradezco a Dios por tu corazón, por tu disposición y entrega al Señor. Vivoo orgullosa de ti!!!
Comentarios
Mi pastora más jovén!!!Dios seguirá puliendo este diamante para Gloria y Honra de su nombre.
La amo💎.
Soy su tití!!! #proud