Levántate de tus imposibilidades

 

https://linktr.ee/Pastoranoryb

www.soyesposadepastor.com

Leí por ahí una historia de un joven que perdió su brazo izquierdo cuando era niño. Al llegar a la adolescencia, decidió que quería practicar judo. Sus familiares trataron de persuadirlo diciéndole que al ser manco no podía practicar artes marciales. Pero al muchacho no le importó su imposibilidad. En lugar de enfocarse en lo que no podía hacer, puso todos sus sentidos y su energía en aquello que sí podía hacer: practicar judo con un solo brazo.

Un día un periodista le preguntó cuál era el secreto por el cual había ganado, a pesar de que contaba con un brazo menos que el resto. El joven respondió: “el gran secreto es que la única manera que tiene mi contrincante para vencerme es tomándome del brazo izquierdo.” (¿Cuál brazo izquierdo? ¿No fue el que perdió cuando era niño?) Esto quiere decir que cuando te pones una meta, nada te impedirá llegar a ella excepto que tú mismo te niegues esa posibilidad.

La Biblia no pierde el tiempo con personas que no actuaron o no se esforzaron. Jamás le dedicó un solo párrafo a aquellos que ni siquiera intentaron algo. La biblia describe a quienes entrenaron para las grandes ligas y les dice en Mateo 11:12, “El reino de los cielos sufre violencia y solo los violentos lo arrebatan“.  Los violentos son los esforzados, los que son insistentes, los que no se quitan, los que no escuchan las voces negativas, los que aunque estén en el piso se aferran a esa palabra que un día recibieron y creen que se cumplirá y por ella se mantienen. El escritor de Hebreos menciona que esa es la gente que conquistaron reinos, que hicieron  justicia, que alcanzaron promesas, que le taparon la boca a leones, que apagaron fuegos impetuosos, que sacaron fuerzas en la debilidad y que se hicieron fuertes en la batalla. 

Esa gente a quien menciona Hebreos no fue gente traída de otro planeta, no eran extraterrestres. No, fue gente que pasó por los mismos problemas y situaciones que tú y yo, gente que sufrió pérdidas irreparables, que tal vez en nuestro contexto hubiera pasado por un divorcio, que tuvieron una niñez o adolescencia catastrófica, que sufrieron los estragos de una enfermedad, pero que conocieron a Dios en los días buenos y también lo conocieron en esos días difíciles y oscuros. La biblia es clara y nos hace ver que todos podemos salir adelante. También  nos hace ver que solo aquellos que fueron formados en el horno, en la dificultad, en la adversidad, que han sido probados como el oro, no solo tendrán historias para contar más adelante, sino que son los que podrán ayudar a levantarle las manos a alguien más... porque ya han estado “ahí”.

La biblia habla de la mujer sirofenicia. Una mujer que tenía una hija endemoniada. Esta madre solo había escuchado de lejos acerca de Jesús. Un día  ella decidió entrar en la casa en que Jesús se encontraba, y clamó pidiendo a gritos su atención, a tal punto que los discípulos le suplicaron a Jesús que la atiendiera para que esta mujer se marchara. Jesús había sido enviado a los hijos de Israel, así que le dijo a la mujer: “No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.” (Mt. 15:26) Sin embargo, me impresiona esta mujer, que aunque estaba imposibilitada por su nacionalidad, por no haber sido invitada a aquella velada, y por no ser del pueblo de Israel, buscó la manera de lograr la sanidad de su hija. A ella no le importó el desprecio, aún de los discípulos de Jesús, ni le importó el aparente rechazo de Jesús. Simplemente pidió y recibió, y aun Jesús se asombró por su fe. La biblia dice:  «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.» (Mt 7:7)

Quizás hoy piensas que no te levantarás de esta situación por la que estás pasando. Quizás te sientas tan débil hoy, y piensas que se acabaron los intentos, pero yo te recuerdo que hay más caminos por recorrer, más montañas para escalar, más valles escabrosos para atravesar y te toca a ti hacerlo. Sí, a ti, porque para este tiempo Dios te escogió. Levántate aún en tus imposibilidades. Lo que para muchos no es posible, para ti, agarrado del Señor, puede ser posible.  

¡Levántate de tus imposibilidades!

Si fuiste bendecido hoy, te invito con mucha humildad y respeto que me dejes tu comentario. 🥰