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Cada vez que nos vamos de viaje es un reto poder empacar las maletas. Es un proceso en sí mismo el aprender a llevar solo que necesitamos. ¿A cuántos les ha pasado? Te llevas ropa demás y luego la tienes que traer de vuelta porque no la usaste, después de haberla tenido ocupando espacio. “Es que me la llevo por si acaso,” decimos muchas veces. Entonces, analizando bien, resulta que el exceso de equipaje termina haciéndonos pagar más dinero.
La biblia nos enseña en un pasaje bíblico: “... pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer. Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo.” (Filipenses 3:13-14 TLA)
Analizando nuestras vidas, muchas veces llevamos nuestro corazón muy cargado, con cosas que, si somos honestos, no son para nada necesarias –de hecho, muchas son pecaminosas, y algunas otras alimentan nuestro ego.
Nuestro equipaje está lleno de sueños rotos, de frustraciones, de cosas que no pudimos cumplir, de resentimientos, iras, celos, de vanidades, de idolatría... cosas a las que disfrazamos con otros nombres para que no suene tan “duro”. Y cuando alguien nos sugiere que aligeremos esa carga, respondemos: “Pero ¿y si lo puedo usar más adelante?”
A veces nos aferramos a trabajos, a personas, a objetos que no nos hacen falta, y que, por el contrario, nos limitan avanzar en nuestro ministerio, nuestra vida y nuestras relaciones.
Si tu carga es falta de perdón, perdona; si es ser perdonado, pide perdón; si es orgullo, humíllate ante Dios; si es rebeldía, sométete al Señor o a la autoridad a la cual rehúsas someterte; si es frustración, pídele a Dios gozo y paz; sea lo que sea que cargas, ¡es momento de venir al Señor en oración y soltar ese equipaje de más!
La biblia dice: “... olvidando lo que queda atrás...” Pablo sabía que no podía llegar a la meta mientras siguiera mirando por el retrovisor de su vida aquello que pasó, que le dolió, o que le pudo haber dañado. Lo mismo pasa con nosotros. Recordemos a la esposa de Lot. Cuando él les ordenó salir corriendo de la ciudad y no mirar hacia atrás, ella no obedeció. Decidió aferrarse a su pasado, y esto hizo que se convirtiera en una estatua de sal.
Hoy, 27 de enero de un nuevo año, estás a tiempo de soltar todo el equipaje. Aligera tu carga, porque hay más camino por recorrer, más gente para conocer, nuevos proyectos para emprender... y solo lo podrás lograr cuando decidas soltar todo el equipaje que llevas demás.
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Comentarios
Gracias por este escrito q me confronta para mejorar. Dtb🌷. Te amo.
Salmos 55:22
Echa sobre el SEÑOR tu carga, y El te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido.
Que mucho me reí de mi misma, que mucho había “sufrido” por no aplicarme aquello que leía, repetía y enseñaba a mis propios hijos. Hoy de vez en cuando aparece un maletín con ganas de hacer el viajecito conmigo. Pero ahora ya aprendí a viajar solita, las cargas se las dejo a Él.
Bendiciones!
Gracias Nory por refrescar el futuro!
Sólo nos resta confiar en Dios, y q su somos fieles, Dios se encargará de lo que falta. Mi equipaje tendrá ssólo lo necesario. Gracias