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“¡Ten misericordia de mí, Dios mío; ten misericordia de mí! Yo he puesto en ti mi confianza, y bajo la sombra de tus alas me refugiaré hasta que haya pasado el peligro. Salmos 57:1
Escuhé esta frase y me impresionó. Es fascinante la idea de que Dios es el Dios de mis padres y de mis abuelos, pero también el Dios de mis hijas y de mis próximas generaciones. Mientras escribo mi corazón se aprieta al saber que la misericordia de Dios sobrepasa muchos límites, al igual que su amor. Es imposible poder entenderla, pero es muy interesante poder sentirla.
Deuteronomio 7:8-9 RVC guarda una hermosa promesa:“... sino porque el Señor los ama y porque quiso cumplir el juramento que les hizo a sus padres. Por eso el Señor los ha sacado con mano poderosa; el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel que cumple con su pacto y su misericordia con aquellos que lo aman y cumplen sus mandamientos, hasta mil generaciones;
Al mismo tiempo, es un impresionante reto: saber que Dios cumplirá su promesa a aquellos que le aman. En un escrito anterior nos preguntábamos hasta dónde llega nuestro amor por Dios. Hoy quiero enfatizar la importancia de que Dios se compromete a cumplir su pacto de misericordia con aquellos que le aman y cumplen sus mandamientos, desde la suya hasta mil generaciones. Osea, el acto de amor de Dios es un acto progresivo, pero así también es su justicia. Dios es un Dios misericordioso, amoroso, pero también es un Dios justo.
Dos personas asistieron juntas a la escuela y a la universidad, forjando así una estrecha amistad. La vida siguió su curso y cada uno recorrió caminos separados, perdiendo el contacto entre sí. Uno progresó en su carrera y se convirtió en juez, mientras que el otro cayó en una espiral descendiente que le llevó a delinquir. Un día, este delincuente fue llevado ante el juez. Había cometido un delito por el que se declaraba culpable. El juez reconoció a su antiguo amigo y enfrentó el dilema que, en efecto, Dios enfrenta.
Era un juez, por lo que debía ser justo; simplemente no podía liberar al hombre. Por otro lado quería ser misericordioso, porque amaba a su amigo. Así que le impuso una multa adecuada como castigo por el delito cometido. Eso fue hacer justicia. Luego se bajó del estrado, de su posición como juez, y preparó un cheque para cubrir el monto de la sanción. Se lo dio a su amigo, diciéndole que pagaría la multa por él. Fue un acto de misericordia, amor y sacrificio.
Esta iustración me ayudó a entender lo que él logró por nosotros en la cruz.
En muchas ocasiones nosotros llegamos a pensar que Dios se olvidó de los nuestros, pero no nos ponemos a analizar si estamos cumpliendo nuestra parte de ese pacto. Un pacto es un compromiso entre dos personas; si uno no cumple ese compromiso, el pacto se rompe.
Aunque Dios es Dios, nunca va a violentar sus compromisos. A veces escucho personas cuestionar problemas o situaciones particulares, sin detenerse jamás a examinar el rol que han jugado en la ecuación.
Si aspiramos a disfrutar las promesas de Dios, y a que nuestras generaciones participen de esa bendición, cuidémonos cada día de estar cumpliendo nuestra parte de este pacto. Dios es el Dios de mis padres, y me toca a mí sembrar para que también sea el Dios de mis hijas.
“... hasta mil generaciones"...
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Comentarios
amor y de Justicia también.
Y cuan importante es cumplir con nuestra parte según lo q Dios ha prometido a sus hijos.
Muy bendecido con esta reflexión. Saludos Pastora :)
Bendiciones.
Hombre de poder,Hombre de amor,Hombre de misericordia,Hombre de de refugio,Hombre con el gran don de crear los cielos y la tierra y todo lo que en el habita .Este gran Hombre es en gran padre que nos protege en todo momento y el padre de nuestras generaciones. ,que nos corrige,que suple y nos reviste de sus armaduras para que obtengamos la victoria. Este es el único que se debe toda la GLORIA Y EL HONOR. Este gran hombre y padre que dio su vida por amor y misericordia por ti y por mi Es JESÚS. Hombre que aunque nos olvidemos por un momento de su existencia el permanecera cuidando de nuestras vidas.
Gracias a Dios conocí al Dios de mis padres y me preocupé porque mis hijos conocieran mi Dios, el cual siempre me ha hecho bien. Es mi deseo q las venideras también le conozcan y disfruten su amor y sus riquezas.
Es mi fe de así será. Mami