https://linktr.ee/Pastoranoryb
Escuchamos, vemos, leemos en todos lugares, en la televisión, en las redes, en correos electrónicos, a gente con la esperanza de que este año que acaba de comenzar sea mejor. ¿Qué nos espera en el 2021?
Sin embargo, no podemos pasar por alto nuestra responsabilidad de, además de desear y trabajar por lo que queremos, esperar, confiar, soñar y esperar a ver qué dice Dios. La Palabra dice en 1ra de Pedro 5:7, “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de nosotros”.
Es difícil ver personas con la esperanza perdida, sin tener en quien confiar porque alguien les falló. Y eso me lleva a reflexionar y preguntarme a quiénes yo también les he fallado. Tenemos que volver a confiar, volver a amar, volver a perdonar. Nos toca dar segundas oportunidades. En muchas ocasiones decimos: “No vuelvo a confiar”, pero seguimos a Cristo, y si el Señor se rindiera con nosotros, ¿dónde terminaríamos?
Este año que pasó, por encima de todo, fue un año de nuevas oportunidades. Desde el miércoles, 16 de junio de 2020 decidí comenzar a escribir. Muchas veces había pensado hacerlo, pero no fue hasta verme en medio de la cuarentena que tomé acción. Normalmente leo mucho, de todo, e incluso escribo para ayudar a otros en proyectos, ocasiones especiales y demás, pero nunca escribía para que alguien leyera lo que tengo que decir. Por lo tanto, nadie lo leía, o casi nadie. En este caso me dispuse a escribir con un propósito en específico: provocar que alguien reflexione, medite, sea confrontado con una realidad que algún día aprendí o que alguien un día me hizo leer a mí. Decidí escribir para gente que, como yo, debe enfocarse, retomar dirección e incluso recordar que Dios no nos ha dejado. Escribo para gente que un día dijo: “Voy a hacer esto o lo otro”, y aun no lo ha hecho. Tal vez te suene familiar lo que digo, y seas tú quien escucha gente a su alrededor diciendo: “¡Ná’ Siéntate y quédate esperando; nunca lo va a hacer!” Hoy te digo: Levántate determinado(a) a ver lo que Dios dijo de ti hecho una realidad. Si Dios te dijo que harás cosas grandes, que serás evangelista, pastor, maestro, adorador, músico, empresario, papá, mamá... Cree y camina hacia el cumplimiento de esa palabra. Trabaja para que lo que Dios dijo sobre ti se cumpla; estudia, prepárate, lee, edúcate, pero no te quedes solo pensando, porque la vida se nos pasa rápidamente.
Siéntate, reflexiona, analiza y medita qué Dios ha dicho sobre ti. ¿Qué palabras se han lanzado sobre tu vida? ¿Qué sueños tienes? ¿Están alineados esos sueños con los sueños de Dios para ti?
La Biblia dice en Habacuc 2:2, “... escribe la visión y grábala en tablas para que corra el que leyere en ella.”
Es un buen momento para evaluarnos a solo unos días de haber comenzado el 2021, y meditar qué quieres que pase en este año. No sé si es tu costumbre, pero cuando Dios dice algo de mí lo escribo, y cuando esa palabra se cumple, la recuerdo y me regocijo y la disfruto. Es momento de tomar esas palabras y ponerlas a accionar. Comienza a caminar sobre esas palabras porque, ¿sabes algo? La vida se nos va en un abrir y cerrar de ojos, y lo que no hagamos en el tiempo que tenemos, quedará solo en el recuerdo.
¿Qué harás para que se cumplan tus expectativas?
Gracias por leerme. Si has sido bendecido con esta nueva entrada, deja tu comentario ☺️
Comentarios
son como si fuesen y caminar en pos de nuestra pasión. ¡Abrazos!!!