Si me caí fue porque estaba caminando.
Y caminar por la vida merece la pena.
Aunque te caigas, luego te levantas, te sacudes los rasguños, cabeza alta bien alta,
una sonrisa y pa'lante.
¡Así soy!
¡Qué muchas veces me he caído! Me he dado tantos golpes, torcido tobillos, me he roto dientes, me caí en una ocasión con un cartón de huevos en la mano mientras subía las escaleras. ¡Ups! Terminé haciendo la tortilla sin sartén.
Imagínense, que estando embarazada de Yadheera Noríe me caí. Después de que la di a luz, iba subiendo las escaleras un día para llevarla a casa de mami, y me caí con ella en brazos. Ella aun tiene esa pequeña cicatriz en su párpado. Desde pequeña siempre estoy en el piso. Un día, en una de esas caídas, mi papá me dijo: “Mija, yo creo que es mejor que camines sentada”. (Jajaja) Sé que fue en broma pero en serio, pues siempre tengo un cantazo, un moretón, un rasguño. Eso duele mucho, pero es parte de mí.
Eso, aunque duele, viéndolo en el sentido espiritual; si me caí fue porque estaba caminando. Caminando y haciendo aquello que me toca, me gusta, me apasiona, pues la única forma de lograr las cosas es comenzar a hacerlas. La vida que me tocó vivir es una con muchos retos y sé que a mí me toca hacer mi parte, y que las demás personas que son parte de mi vida tienen que hacer la suya propia.
Si me caí fue porque estaba caminando. Y caminar por la vida merece la pena. Aunque te caigas, luego te levantas, te sacudes los rasguños, cabeza alta bien alta, una sonrisa y pa’lante.
Levantarse después de una caída es un gran desafío, pero esos desafíos demuestran de qué estamos hechos; demuestran en qué y en quién hemos creído y hasta dónde queremos llegar.
En ocasiones una caída hace que nuestro corazón se desanime, pero dice en Proverbios 24:16, “Porque siete veces cae el justo y vuelve a levantarse, más los impíos caerán en el mal”. Y también dice Jeremías 8:4, “Los que caen, ¿no se levantan?”
No importa cuantas veces te hayas caído, es importante que te vuelvas a levantar. Las crisis, las tormentas de la vida y los fracasos no pueden evitar que sigas caminando hacia aquello que es tu sueño o tu meta. Dijo un gran cantautor: “No importa cuántas veces hayas caído, quien restaura la vida es Cristo , no dejes que te agobie el dolor”.
Después de la caída quedan profundas heridas que nos marcan, y que, en ocasiones, quieren evitar nuestro transitar por la vida. Incluso podríamos tener a muchas personas alrededor que están esperando que nos caigamos para burlarse, para decirnos: “Yo te lo dije”, o simplemente para que nos detengamos mientras ellos nos pasan por el lado. Claro, esto no tiene sentido, pues la carrera que me toca a mí es distinta a la tuya.
A cada uno se nos ha asignado una carrera. Unos llegan antes, otros después, algunos nunca llegan. ¿Tú? NO TE DETENGAS. Sigue caminando. Y si te caíste, levántate, que te resta un largo camino por andar.👣👣👣👣👣👣Sigue caminando 👣👣👣
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Comentarios
Amén!
Gracias una vez más Pastora Nory :)
Mi hermosa , orgullosa de tí y ya no te caerás más porque Dios sostiene tus bellas piernas.
Cuánto te amaba papito. Dtb