Como saben, soy maestra, pero también esposa, madre, tía, hija, amiga... Tengo muchos roles y nunca me he quejado de ellos, porque si Dios me los dio es porque Él sabe que puedo manejarlos. En algunos de esos roles sé que he fallado, pues al querer dominarlo o controlarlo todo, algo siempre se va de mis manos. Sé que muchas veces he fallado como esposa, al no saber cumplir con todas mis responsabilidades; o como madre, al olvidar que yo era el modelo que siempre iban a imitar. Quizás fallo como maestra al exigir más de lo que mis estudiantes pueden dar. Como tití —un rol que amo desde hace mucho tiempo, pues mis sobrinos son una parte muy importante en mí, como hija posiblemente he fallado al no estar todo el tiempo con mis padres, y tal vez he fallado como amiga cuando ellas (mis amigas) necesitan que yo esté ahí y estoy haciendo otra cosa.
No sé. Quizás hubo un tiempo en que a mí me exigían mucho y no entendía que todo tenía un propósito: formar este carácter que hoy tengo.
Sé que muchos de nosotros hoy nos sentimos identificados con esto de querer tener el control, pero cuando hemos aprendido y madurado, dejamos que Dios sea quien tome ese control.
En estos días Yareethza me preguntó: “Mami, ¿por qué cuando alguien te dice algo no le contestas para defenderte?” Le dije que he aprendido a quedarme callada. Esto no quiere decir que no quiera contestar, solo que he aprendido a madurar en el proceso y he entendido que muchas veces, como dice el dicho, “La mejor palabra es la que no se dice”... y que quizás mañana conteste (jajajaja). Puedo afirmar que he aprendido a callarme y esperar que Dios trabaje. Sí, Dios trabaja siempre, cuando Él quiere y como Él quiere.
Una canción de Marcos Yaroide dice: “Mi trabajo es creer y abrazarme a la fe. El trabajo de Dios es hacerlo, Él sabra disponer los tiempos.” Quizás no ha llegado mi tiempo aún de ver el porqué de todas las cosas, pero aún sigo creyendo lo que le dijo Mardoqueo a Ester cuando era el momento de actuar y quizás ella dudo en hacer lo que su tío le decía. La Biblia dice en Ester 4:14, “No te creas que por estar en el palacio escaparás cuando todos los demás judíos sean asesinados. Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?.”Muchas veces Dios utiliza a este tipo de consejeros como Mardoqueo, que te dicen: “Esto es lo que tienes que hacer, pero si no lo haces otro lo hará por ti.”
Dios nos da instrucciones específicas, pero queda de nosotros obedecer o no. Eso no quiere decir que si yo me niego el plan de Dios no se cumplirá. Al contrario, se atrasa, quizás se detiene por algún tiempo, pero lo que Dios va a hacer, él lo hará conmigo o sin mí. Él en su infinita misericordia nos quiere usar, pero ¿sabes algo? No somos indispensables. De hecho, hay mucha gente esperando, dispuestos y disponibles, que Dios los use.
Dios nos pone en lugares específicos y nos envía a hacer cosas, y a nosotros nos toca hacerlas sin cuestionar o protestar. Podríamos pensar que algo se trae Dios entre manos, definitivamente, pero mientras averiguamos qué Dios va a hacer, simplemente permitámosle tomar el control. Suéltale a Dios el control universal de tu vida para que él te ponga en el canal que quiere.
¿Cuántas veces me he encontrado orando y diciéndole a Dios: “Es que tú tienes que hacer esto, esto y esto”? Eso no es una oración. Eso es simplemente dar órdenes y no se supone que nosotros hagamos eso con Dios. Eso es un monólogo y en tono imperativo. ¡Cuidado! Dios no es un niño de mandados.
Dios sí sabe qué va a hacer y cuándo. Nos dice la Palabra de Dios en Hechos 1:7, “No os toca a vosotros saber los tiempos y las sazones, solo él en su autoridad”. A ti y a mí solo nos toca obedecer, caminar y hacer; el resto le toca al Señor. Si Él nos envía a hacer algo, hagámoslo, sin cuestionar, pelear ni pataletear, pues Él sabe qué es lo que está formando en nosotros en cada nueva encomienda o temporada.
Recuerda: Dios es quien tiene el control.
Comentarios
Dios la bendiga mucho! ♥️
Y en el proceso mientras se lo permitamos, nuestro carácter será formado. Aprenderemos y maduraremos.
¡Gracias nuevamente Pastora Nory por ser una carta abierta para nosotros y por ser un buen ejemplo!
¡Bendiciones!