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En muchas ocasiones pensé que serían pequeñas toda la vida, pero en un abrir y cerrar de ojos, de momento, se convirtieron en jóvenes, grandes, hermosas, con sueños. Y nosotros, sus padres, quedamos relegados a ese segundo plano que solo está para aconsejar, orar, orar y seguir orando.
¡Qué interesante ver cómo la vida pasa! y antes eras pequeñita, dependías de tu mami para todo, pero ahora ya eres madre de dos hijas con sueños, aspiraciones y metas propias. Y de repente, hoy solo te toca aconsejar, recomendar, amar. Sí, amar y seguir amando.
¡Cuántas veces nos hemos encontrado en una encrucijada, como se encontró Abraham en Génesis 12:1-3! “El Señor le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré.” Por otro lado, tampoco olvido lo que le ocurrió a Lot cuando Dios le ordenó salir de Sodoma y no mirar atrás. La Biblia dice que salieron de Sodoma, pero había algo que ataba a la esposa de Lot a ese lugar, así y volteó su cabeza y, por desobedecer, se convirtió en estatua de sal. ¿Qué implicaciones habrá tenido para Abraham “salir de su tierra y de su parentela”? ¿Qué habrá significado para la familia de Abraham y Lot verlos partir dejándoles atrás?
Hay veces en que a nosotros, como padres, nos toca permitirle a nuestros hijos volar y correr tras sus sueños, aunque esto implique que se vayan lejos de nosotros.
Esta semana pasada Yadheera vino de Miami unos días, después de haber estado ocho meses sin verla ni abrazarla, y cuando se fue me sentí como si fuera la primera vez que se fue. Sé que Dios la llevó a Miami con un propósito, pero madre al fin, quisiera que nunca se fuera de mi lado para protegerla. Para completar, el próximo domingo Yareethza se fue de paseo con su tía todo el fin de semana. Sentí que me habían arrancado un pedazo de mi corazón. Fueron días muy difíciles, y estaba tan sensible que por todo lloraba. Tal vez puedas estar pensando: “¡Pero qué boba!” Pero realmente uno, como madre o padre, piensa que estando cerca, nada les faltará y todo les saldrá bien, mientras que, lejos de uno, nos parecen indefensos y vulnerables a todo a su alrededor.
El Salmo 23 dice: “Jehová es mi pastor y nada me faltará.” Esa es la confianza que cada uno de nosotros debe cultivar. La Biblia dice también, Jesús hablando: “Poque separados de mí nada podeis hacer.” En estos días le decía a alguien que prefiero pasar la crisis con Dios, que lejos de Él.
En este tiempo de incertidumbre, de temblores que aún no cesan, de guerras políticas, y de un sistema de educación bajo ataque, no sé qué cosas puedan estar preocupándote. Quiero recordarte que nuestra única esperanza es Dios. Como hijos suyos podemos descansar en sus promesas y en lo que Él ha dicho acerca de nosotros.
Yo acostumbro escribir aquellas palabras que Dios me ha dicho para luego leerlas, releerlas y recordarle a Dios: ¿qué pasó con esto? ¿qué pasó con aquello que dijiste tal día? Yo anoto las cosas que me marcan, y que causaron un impacto en mi vida, y de esa manera tengo de dónde agarrarme para pedirle a Dios y preguntarle. No para cuestionarle, pues él es Dios y es soberano para decidir qué pasa o deja de pasar en mi vida, pero sí para ver hasta dónde él me ha traído y las promesas que me falta ver. Decido aferrarme a sus promesas, a sus palabras y a todo aquello que a mí, como su hija, me es dado como herencia. Dios es Dios de esta generación, pero también fue el Dios de mis abuelos, de mi padre y sé que sigue siendo el Dios de mi madre.
Mi tarea es esperar, descansar y seguir confiando en su infinita misericordia, en que, pase lo que pase a mi alrededor, los míos están escondidos en el hueco de Su mano. Aunque se levante el enemigo como río, el Espíritu Santo de Dios levantará Su bandera de protección y cuidados sobre mi casa, y sobre la tuya.
Hoy simplemente descanso en ver cada sueño de mis hijas cumplido. Disfruto mucho verlas crecer y desarrollarse en aquello para lo que Dios las ha escogido. No puedo limitar o cortar sus alas; me corresponde ser su mayor ‘cheerleader’ y gritar, aplaudir, pero también orar, orar y seguir orando, porque... ¿sabes algo? Crecieron.
Si fuiste bendecida(o) deja tu comentario para que alguien más pueda ser edificado. ¡Gracias por leerme!
Comentarios
Voluntad de El sobre la vida de los hijos. Es tan importante dejar que Dios haga su voluntad sobre ell@s y asumir que Ya Crecieron!! Muchas bendiciones y ojalá hayan mas padres con esa capacidad y sabiduría.
Pero lo mejor es cuando Dios me dice al oido"confía q Yo estoy y estaré cuidando de sus pasos cuando no estés".
Criar y soltar...tremenda encomienda nos fue dada,aleluya!!
Dtb amada.
Salmos 18:2 Gracias Pastora! Dios continúe bendiciendola. ��❤